domingo, 26 de octubre de 2008

Mi amigo Ed..


Conocí a Ed de casualidad, como casi todo lo que ocurre en este país. Resulta que el es motokeiro, mi madre también y yo... bueno, para nada, pero cuando me dijeron que el productor de un programa de animal planet iba a asistir a un encuentro de motos, nos fuimos para allá volando. Por supuesto que nos hicimos amigos en seguida, a pesar de la apretada agenda de Ed... de esto hace ya casi 2 años, y él sigue siendo mi principal consejero cuando tengo algún problema con animales que rescatamos. Esta es una entrevista del diario ABC durante su estadía en Paraguay. Léanla...


Es de una gran crueldad domesticar animales silvestres como mascotas
El norteamericano Edward E. Clark, presidente del Centro de Vida Silvestre de Virginia (EE.UU.) y conductor de varios programas de “Emergencia Animal” emitidos por el canal Animal Planet, se encuentra en Paraguay para apoyar al recientemente creado Centro de Rescate “Mymba Ka’aguy”. En esta entrevista habla de la filosofía de su centro y asegura que los animales silvestres son para su hábitat natural, por lo que domesticarlos es cruel e “inhumano”.

-¿Qué hacen en el Centro de Vida Silvestre de Virginia?-Se trata de un hospital para investigación y capacitación de vida silvestre. Es líder en este tipo de medicina en Estados Unidos y el mundo. Nuestra misión es enseñar a proteger la fauna silvestre. Cada año recibimos unos 2.500 animales desde hace dos décadas y media. A través de la experiencia con cada uno de estos animales podemos aprender y entender los problemas de poblaciones y especies enteras en el medio ambiente, así como los riesgos.

-¿Como cuáles? -Tóxicos y pesticidas. Recibimos muchas víctimas de intoxicación. Cuando tenemos un ave con estos problemas deben haber cientos afuera, en su hábitat. También cooperamos con la policía porque atendemos víctimas de actividades ilegales. A nivel educativo transmitimos los cuidados que requieren, sobre el medio ambiente y capacitamos.

Eso mismo hará en Paraguay?-Tenemos proyectos para compartir la experiencia de especialistas, empleados y equipos con organizaciones y colegas en Paraguay. Es una buena oportunidad para cambiar el trato con la vida silvestre a través de este centro (Mymba Ka’aguy) que busca el rescate y la revitalización de la fauna. En realidad es poco lo que se puede cambiar por la cantidad de animales que son víctimas, pero lo más importante es hacer entender y enseñar al público la realidad de estos seres vivos en su hábitat invadido.

-Una tarea difícil, ¿no?-Es complicado explicar a los niños, por ejemplo, sobre la deforestación, porque les parece muy abstracto y no pueden comprender el impacto del daño. Pero si se tiene una historia auténtica como la de un águila cuyo nido es un árbol que fue talado... Ese águila que perdió su casa, sus padres, hermanos perdería su vida, si no existiera un centro de rescate. Cuando las crías están en el suelo no pueden ir a ninguna parte y mueren por su naturaleza misma. Los niños pueden entender así que un árbol es un hábitat para el águila y podrán dimensionar el problema.

-¿Están en otros países? -Tenemos actividades en países de América del Sur, en Colombia y Venezuela; en América Central, en Costa Rica, además de contactos con muchos otros países. Los directivos de las nuevas organizaciones siempre nos preguntan: ¿cómo podemos recibir animales? Pero lo correcto es que pregunten: ¿cómo podemos liberar a los animales?

-¿El programa “Emergencia Animal” se realiza en su hospital? -

Es uno de los primeros programas de televisión sobre la historia real de los animales que pasan a través de nuestro hospital. Ese programa es nuestra realidad del día a día. A veces recibimos muy pocos animales y otras un montón. Después de un huracán, por ejemplo, nos llegaron 120 ardillas. Otros días es posible recibir un oso o un conejo, animales grandes o pequeños, pero cada uno tiene una historia detrás.

-¿Esos animales los devuelven a su hábitat? -Depende. La mayoría se puede liberar, pero algunos no pueden sobrevivir a los daños. Otros son llevados a zoológicos, parques naturales o programas educacionales. La eutanasia también es una realidad cotidiana cuando los animales ya no pueden tener calidad de vida para sobrevivir. -

¿Filmarán algo en Paraguay? -Nuestra organización es independiente de Animal Planet, pero nuestras actividades son sujeto de uno de sus principales programas (Emergencia Animal, se emite generalmente los domingos en Paraguay). Queremos tener programas hechos en Paraguay, pero por ahora buscamos cooperación entre nuestra organización y las universidades. -Ud. es historiador y estudió ciencias políticas, ¿cómo se metió en esto? -También tengo maestría en Educación. En nuestra organización pensamos que los programas más sustentables deben ser interdisciplinarios. Debe ser una constante y una mezcla de ciencias como biología, veterinaria y ciencias sociales porque no es posible considerar a los animales sin el conocimiento de la gente o los humanos. La historia de los humanos y de los animales están interconectados y todo depende del medio ambiente. Si hay un tóxico en un hábitat que es un problema para la vida silvestre, lo es también para la gente.

-¿Cómo ve a nivel mundial la situación de la vida silvestre? -

Muy grave. Muchos países no tienen la oportunidad de salvar su medio ambiente. Creo que aquí en Paraguay todavía hay tiempo: tienen parques, áreas protegidas y mucha biodiversidad. Si es posible manejarla bien ahora, se puede heredar a las generaciones futuras con toda la cultura, la historia y los recursos naturales. ¿Qué sería del Paraguay sin sus aves, sin sus animales silvestres? ¿O sin sus árboles y bosques? Es una experiencia y un mensaje de conservación muy importante.

-¿Cuáles son los principales riesgos? -

Las actividades ilimitadas de desarrollo y la sobreexplotación del bosque, de los minerales y del agua. Si nuestras actividades no son sustentables en el futuro no vamos a tener posibilidades de vivir aquí. El problema es que la gente no toma conciencia sobre el futuro de sus niños. Solo piensa en hoy, en este minuto, esta semana y en realidad esa es la vida de mucha gente por sus necesidades mismas.

-¿Conoció a Steve Irwin del programa “El cazador de cocodrilos” que murió el año pasado atravesado por una mantarraya? -

Fue muy buen amigo mío y conozco a toda su familia. Era nieto de Jacques Cousteau y trabajé con él en la Fundación Jacques Cousteau. En nuestra organización conocemos su trabajo y en Animal Planet Steve producía publicidad para nuestros programas. Fue algo muy triste para mí cuando murió. ¿Qué dice de los programas de Steve Irwin? -Eran muy diferentes a los nuestros. No eran exactamente la realidad, sino se los produce para entretenimiento. Era en ambiente natural, pero no era una actividad natural. Para nosotros una culebra puede aparecer en el día a día, pero si Steve quería hacer un programa sobre culebras estaba en el bosque buscándolas. Con razón fue el primero en decir la frase “el riesgo es suyo”. El problema de la mantarraya no era de ese animal sino de las actividades de Steve y la raya se defendió a sí misma. Nosotros trabajamos con osos, águilas y culebras que son animales agresivos y con dientes, pero utilizamos prácticas buenas para evitar riesgos. Nuestra prioridad es la salud de los humanos y luego los animales. Es una de las reglas de nuestro centro.

-¿Cuál es su filosofía con respecto a las mascotas? -

Hay muchas diferencias entre el cuidado de los animales domésticos y los silvestres. Los domésticos deben relacionarse con los humanos. Es su razón de ser, pues las mascotas necesitan del hombre para alimentarse y vivir. Si los animales silvestres tienen esa relación con los humanos es un riesgo y un problema para ambos.

-¿Por qué? -

Los animales silvestres deben tener miedo del hombre porque deben vivir en la selva y proveerse por sí mismo su alimento. Si se los domestica se les hace un daño enorme. Cuando tratamos con animales silvestres que deben volver al bosque, nosotros no les hablamos. Ellos no deben ver ni sentir cerca a las personas. Por eso, cuando alimentamos a las águilas rescatadas les cubrimos los ojos. No queremos crear el concepto de que la alimentación solo se la darán los humanos, sino deben conseguir por sí solas. En nuestro hospital nunca se les habla a los animales como a los bebés.-Todo lo contrario a lo que haría mucha gente... -En muchos centros de rescate la gente quiere relacionarse con la vida silvestre porque quiere a los animales, pero debe entender que es un problema. Si las personas realmente aman a los animales silvestres es absolutamente necesario aislarles de todo contacto. El contacto debe ser lo mínimo para el tratamiento.

-¿Tiene que ver con aquello de que nunca pierden el instinto salvaje? -

En realidad es posible que una persona los domestique, pero nadie se acostumbra al instinto. Por ejemplo, todo el mundo quiere a los monos de pequeñitos, pero cuando son adultos son agresivos, sucios y horribles por naturaleza y hasta huelen muy mal. Es cuando la gente ya no los quiere y los lleva al zoológico, al bosque o los dejan en la calle. Por eso, es inhumano y cruel domesticarlos pues ya pierden su capacidad de sobrevivir.

-¿Qué piensa de los animales en los circos? -Es una cuestión muy difícil porque la mayoría sufre maltratos. Además no se les provee de un veterinario permanente que los cuide ni dé una buena alimentación. Los animales son tenidos así solo como cosas y como recursos económicos con los que se busca lucrar. De la concienciación depende que todo esto cambie para bien de la humanidad.

Pedro Gómez Silgueira

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