Gigantesco lago de 45 km2 que cruza las ciudades de San Bernardino, Ypacaraí y Areguá y situado a unos 50 km de Asunción, es bello, hermoso, imponente, terriblemente contaminado además de otros peligros. Eso es lo malo de latinoamérica, no hay concientización medioambiental. Se dice que hay un proyecto de limpieza, pero esos y ya los ha habido anteriormente y nada funcionó: Una vez, los coreanos pusieron unos peces limpiadores, pero los paraguayos, ni cortos ni perezosos, echaron la caña de pescar y ampliaron su menú. El otro rumor que corre es que, también los coreanos, descubrieron que el barro que cubre el fondo del lago puede ser curativo y querían llevárselo y a cambio limpiar el lago. Los paraguayos, ni cortos ni perezosos, dijeron que muchas gracias por la oferta, pero que además querían un precio x carísimo por su maldito barro… en fin, corren varias versiones, el caso es que el resultado siempre es el mismo.. una pena!
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